Nuestra alimentación es el gran comienzo”, explica la doctora Isabel Egocheaga, responsable del Área Cardiovascular de la Sociedad Española de Médicos Generales y de Familia (SEMG). “La dieta mediterránea favorece un elevado consumo de frutas y verduras, pocos alimentos procesados y huye de las grasas trans. Por otro lado, debemos controlar algunos factores de riesgo como los niveles de glucosa en sangre, el colesterol o la tensión arterial así como el peso y actuar sobre ello (…) Además, necesitamos realizar una adecuada gestión del estrés y del tiempo descanso. La higiene del sueño es muy importante: hay que dormir las horas adecuadas. Consumir alcohol lo menos posible y evitar el tabaco”.

Si jalonamos nuestra jornada y nuestra vida de momentos de bienestar para nuestro corazón, nos ayudaremos a vivir más y mejor. Te proponemos 8 ideas, rutinas o hábitos que puedes incorporar a tu vida desde hoy mismo.

1. DISFRUTA DE UN PUÑADO DE NUECES Y FRUTOS SECOS AL DÍA.

“Los frutos secos, pero las nueces en especial, contienen ácidos grasos poliinsaturados, tocoferoles y fitosteroles, que ayudan a disminuir los niveles de colesterol malo (LDL) en sangre”, recomienda la experta Gemma Chiva-Blanch, profesora agregada e investigadora de los Estudios de Ciencias de la Salud de la Universitat Oberta de Catalunya (UOC).

2. CAMINA DIARIAMENTE ENTRE 35 Y 40 MINUTOS AL ATARDECER.
Según José Luis Zamorano es vicepresidente de la Sociedad Europea de Cardiología y Jefe del Servicio de Cardiología del Hospital Ramón y Cajal, es el ejercicio que podemos practicar todos los días para mantener sano y en forma nuestro corazón. “El metabolismo lipídico se hace fundamentalmente por la noche de manera que, ese paseo al atardecer, va a mejorar mi capacidad física, mi metabolismo, mi hipertensión…”, señala.

3. EN LUGAR DE TOMARTE OTRO CAFÉ, PIDE UN TÉ VERDE.
“El té verde es muy rico en polifenoles, que, como ya se ha visto, tienen muchas propiedades cardiosaludables. Es interesante sustituir algún café del día por un té verde, o simplemente incorporarlo a la dieta. El consumo de té verde está ampliamente asociado a un menor riesgo cardiovascular”, señala la profesora Gemma Chiva-Blanch.

4. ESCUCHA UN RATO DE MÚSICA CADA DÍA.
Escucha un rato de música cada día para cuidar tu corazón.

Se ha demostrado científicamente que la música hace que la sangre fluya mejor. Además, reduce la frecuencia cardíaca, disminuye la presión arterial y los niveles de cortisol (hormona del estrés), además de aumentar los niveles de serotonina y endorfinas en la sangre. El procesamiento del sonido comienza en el tronco encefálico, que también controla la frecuencia de los latidos del corazón y la respiración. “Esta conexión podría explicar por qué la música relajante puede disminuir la frecuencia cardíaca, la frecuencia respiratoria y la presión arterial, y también parece aliviar el dolor, el estrés y la ansiedad”, explica el musicoterapeuta neurológico de Harvard Brian Harris.

5. LEE LAS ETIQUETAS DE LOS PRODUCTOS QUE COMPRAS EN EL SÚPER.
“Es muy importante que aprendamos a leer las etiquetas de los productos en el mercado porque cuando un alimento incluye grasas procesadas significa que vamos a tener más colesterol en nuestras arterias”, señala la doctora Isabel Egocheaga, responsable del Área Cardiovascular de la Sociedad Española de Médicos Generales y de Familia (SEMG).

6. ELIGE LAS ESCALERAS, NO EL ASCENSOR.
“Cada vez tenemos más claro que tener una masa muscular fuerte y grande nos protege del infarto. Además de los factores de riesgo cardiovascular clásicos (fumar, diabetes, colesterol, etc), que son importantes, hay otros factores de riesgo a los que no estamos prestando atención como la sarcopenia, que es tener una masa muscular pobre y débil”, explica el famoso cardiólogo José Abellán. Necesitamos incorporar a nuestro día a día ejercicio de fuerza. “Esto no significa cargar con 100 kg. Trabajar la fuerza es algo tan sencillo como sentarse en una silla y ponerse de pie 10 veces seguidas, trabajar con tu propio peso”, añade.

7. DA LAS GRACIAS CADA DÍA.
“Para mí, la gratitud es la íntima amiga de la alegría, la vacuna del pesimismo y la negatividad, y la hermana fiel de la generosidad. Ambas hermanas son las que nos mantienen a flote durante las tormentas adversas de la vida y el espíritu optimista, al ayudarnos a poner nuestro foco de atención en las cosas positivas que nos rodean”, explica Laura Rojas Marcos, doctora en psicología y salud. “(…) Pienso que tanto la gratitud como la generosidad son las maestras que nos enseñan a valorar el lado bueno que la vida nos ofrece. En palabras de Lao Tse: “La gratitud es la memoria del corazón”.

8. DUERME TUS 7 U 8 HORAS CADA DÍA.
La cantidad y la calidad de nuestro sueño es esencial para una buena salud cardiovascular. “Un sueño reparador mejora la función endotelial y ayuda a disminuir la presión arterial, ya que mientras dormimos se produce una relajación muscular que también afecta a las arterias. Esta relajación provoca una bajada fisiológica de la presión arterial de entre un 10% y un 15%, por ejemplo”, según la Sociedad Española del Corazón. Dormir poco o mal,sin embargo, se asocia con una alta presión arterial, colesterol elevado y ateroesclerosis”

Artículo basado en el publicado por Telva Cómo crear 8 momentos de bienestar para tu corazón, según los mejores expertos